Arturo
Illia, elegido en 1963, derrocado en 1966
DOCTOR
ARTURO UMBERTO ILLIA / UN HOMBRE ÉTICO
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
Arturo
Illia no ha sido homenajeado lo suficiente
Un hombre ético como presidente de la Nación Argentina
28 de enero del 2006 / 5 de enero del 2013. Actualizado el 21 de
enero del 2016
El
doctor Arturo Illia fue presidente de la Argentina entre 1963 y
1966, el peronismo estaba proscrito y él se presenta por
la Unión Cívica Radical del Pueblo.
Illia
fue un hombre sencillo, un médico cordobés, ejerció
su profesión en la Ciudad de Cruz del Eje, del ferrocarril,
de aquel otrora ferrocarriles del Estado: Ferrocarriles Argentinos.
Lo
que sigue es la entrevista que le hizo, en su momento, la revista
Gente, a un año de lo que esta revista denomina: la Revolución
de Junio, que no fue otra cosa que un golpe de estado dado por los
militares de aquella época. Con Onganía al frente
se liquidó, con decretos y bayonetas, todo viso de democracia
posible.
El
contrabando de esta revista es claro. Hubo otra denominada Revolución
de Junio, que es la del 4 de junio de 1943. Vale recordar que el
golpe de Estado contra el doctor Illia fue el 28 de junio de 1966.
Pero, es claro el doctor Illia, por ello merece ser leído.
¨No
hay cosa más hermosa de que ver un hombre honrado¨ Romain
Rolland en su obra: Juan Cristóbal. Eso justamente fue Arturo
Umberto Illia, un hombre digno, honrado, y muy a pesar de la propaganda
periodística denigratoria, mostrando una tortuga, Illia no
fue genuflexo ante los militares, en ningún momento.
El
doctor Arturo Illia fue desalojado en aquel junio de 1966, de la
Casa de Gobierno, la Casa Rosada, sacado entre una muchedumbre,
no aceptó irse, se mantuvo hasta el final en su lugar de
presidente.
La
historia, los hombres, no le han rendido el merecido homenaje a
este médico que no permitió el avance de los laboratorios
y las corporaciones petroleras.
Un
mes después de su derrocamiento se produce aquella noche
conocida como la Noche de los Bastones Largos, de esta forma, comenzaba
otra etapa de golpes y represión en la Argentina. Y un golpe
que costará muy caro al pensamiento nacional, la entrada
represiva, sustancialmente a la Facultad de Ciencias Exactas, donde
profesores y alumnos fueron golpeados sin piedad. Gran parte de
sus luminarias fueron obligadas a dejar sus cátedras. El
15 de noviembre del 2012 falleció su decano: Rolando García,
el científico que enfrentó a la represión de
Bastones Largo. Lo que se propuso la dictadura de la autodenominada
Revolución Argentina fue prohibir pensar e investigar.
Por
todo esto, no importa el color político partidario de Illia,
lo que vale es reconocer su trabajo y su decencia al frente de la
primera magistratura del país. Junto a ese otro grande que
fue el doctor Oñativia, artífice de la ley sobre medicamentos,
esto le vale el derrocamiento al gobierno democrático de
aquellos años, junto a la anulación de los contratos
petroleros. Sumado a que su reparto entre empresarios y trabajadores
fue muy alto, de tal magnitud como en el gobierno de Perón.
No hubo un solo día con Estado de Sitio. Fue un estadista,
real, en serio que deambulaba de la Casa Rosada a un bar cercano
donde iba a tomar café.
Murió
en la pobreza, no aceptó la jubilación de privilegio,
no hizo una utilización morbosa de la muerte de sus seres
queridos: luego de su derrocamiento, en 70 días pierde a
su esposa y a un hermano.
Hay mucho más para enaltecer de Arturo Umberto Illia, pero
con esto es suficiente.
La
autodenominada Revolución Argentina fue un golpe de Estado
cívico militar, lo otro, es una falacia.
Caracteres:
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Corregido
y ampliado el 5 de enero del 2013. Nuevamente actualizado 21 de
enero del 2016